Critica

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Pitture come poesie

Nuccio Cinquegrani
 Colloquio immaginario con Christian Hess”
 Armando Siciliano Editore, Messina 2003

   
   
Lu luntru e lu piscispada

Nuccio Cinquegrani
 L’antica pesca nello Stretto di Messina
 Azienda Soggiorno e Turismo Messina
 Publisicula Palermo 1979

 

 

   
   

 

El lenguaje pictòrico de Hess


Nuccio Cinquegrani

Dal Catalogo: Christian Hess - Palermo 1974

Pervadido por una costante inquietud, Christian Hess sentía « suyo » el momento todavía no vivido e inaceptable lo que parecía definitivo o estaba a punto de serlo. Amaba por eso la naturaleza con sus imprevistos caprichos cromáticos y el rostro humano en el que podía leer el pasaje de las emociones más íntimas. Este amor trasparenta en los paisajes, pintados con ademán vehemente para agarrar el rápido mudarse de la luz, y en los retratos bosquejados con feliz intuición y luego casi acariciados de manera más meditada para hacer brotar la mirada o tomar una nota de melancolía.
En la pintura de Hess, en sus innumerables dibujos, en sus cuadros al temple y al óleo, se encuentra también y con frecuencia el desnudo que nos ofrece una indicación de su gusto para la armonía y la gracia sin defensa y señala, quizá, el deseo del artista de realizar idealmente su modelo de mujer. La figura femenina en la obra del pintor alemán puede, por unos aspectos considerarse una referencia a las varias etapas de su vida: mesurada y formal en los dibujos académicos, vigorosa y rodiniana en los de la búsqueda, sosegada - a veces monumental - y recogida en un equilibrio de Iineas y color en las pinturas al óleo de la madurez.
Lo que en la obra de Hess parecía tener un tono menor hasta 1927 era el episodio, la narración colorida que le sugerió dcspués la hidalguía y humanidad de la gente de Sicilia que él supo comprender e interpretar con poética sensibilidad. El lenguaje de Hess en Sicilia, madurándose sobre su no adormecida matriz expresionista, se calienta y se vivifica cromaticamente para ilustrar los temas de una cultura instintiva y genuina y traducirlos, con sutiles notaciones psicoló- gicas, en dimenciones sugestivas. Mezclándose al pueblo, observando sus personajes trabajando, en las pobres casas, en las estrechas caliejuelas, él logra fijar - especialmente en sus brillantes aquarelas, realizados con técnica segura y sin arrepentimientos - ademanes, expresiones y la atmósfera cálida que aletea.
Nacen así entre 1927 y 34 y, después, entre 36 y 38 obras fresca y líricas como « il falciatore di Girgenti », « Donne di Messina », “L’indovino”, polémicas como « Accelerato di terza classe », « Ladro e carabiniere »; se realizan trabajos equilibrados como « Pescatori di Taormina » - donde se descubre la solemnidad de ademanes antiguos como la resaca; « Il riposo dei muratori » - en que la figura humana se vuelve parte integrante de la composición paisajística; « Autoritratto sulla barca »; se animan los campesinos de los retratos, casi a la manera de Verga, absortos y mesurados en la luz del mediodía.
Si queremos seguir observando entre las obras de Hess los paisajes sicilianos - en que el episodio se margina (pero siempre se reverbera) - no nos damos cuenta que incluimos también trabajos ejecutados sucesivamente en Alemania porque en la memoria del pintor se habían quedados hondamente entretejidos los colores mediterráneos, a esclarecer y avivar su paleta donde había chorreado la última acre luz del expresionismo.
En 1939, después dei paréntesis italiano y su estancia en Suiza, Hess, regresado a su patria, sentía que había logrado el vigor de la madurez artística y que se hallaba proyctado hacia nuevas experiencias. Pero en aquel entonces en Alemania la cultura se había apagado bajo la presión nivelatriz de la doctrina política: sobre la tela el artista lanza entonces su reprimida protesta y vuelve a recorrer con renovado tesón y riqueza de técnica el camino del postcubismo, de la metafísica y del abstractismo ya embocado con genial intuición vários años antes cuando había producido obras significativas come «Il giocatore di scacchi » (1931), «Testa e mano» (1932), «Melanzane con quartara», «Natura morta verticale», «Aguglie sulla fruttiera», «Composizione con colombi » (todos del 33), «Brocche rotte» y «Natura morta con asso di fiori» (1935).